viernes, 19 de diciembre de 2014

Chasquis

Era el mensajero personal del Inca, que utilizaba un sistema de postas para entregar mensajes1 u objetos. El término no significa literalmente «mensajero», ya que solo eran llamados así los embajadores o emisarios enviados por autoridades menores del Tahuantinsuyo, llamados (cachaq o cachaj).
Los chasquis eran jóvenes baqueanos y preparados físicamente desde su juventud para recorrer, a través de un sistema de postas, los extensos caminos construidos por el Sapa Inca, pues de ellos dependía a veces que se suspendiera una acción militar a tiempo o llegaran los refuerzos en una batalla.
Llevaba siempre un pututu para anunciar su llegada, un quipu, donde traía la información, un qëpi a la espalda, donde llevaba objetos y encomiendas, una vara, una honda y en la cabeza, un penacho de plumas blancas con una banderola.
Además, el chaskiq o chaskij se convirtió en el receptor del saber tradicional ancestral, recibido de parte de los hamawt'a (sabios ancianos), para ser entregado a un nuevo receptor, y así transmitir los conocimientos en forma hermética, a fin de preservar los principios esenciales de la cultura andina ante el avasallamiento de la civilización occidental.
Los españoles que conquistaron el Imperio Inca después de 1532 quedaron tan impresionados con la eficiencia del sistema de chasquis que los corredores se mantuvieron en el Virreinato del Perú. Pedro de Cieza de León, cronista español, escribió: “Los incas inventaron un sistema de postas que era lo mejor se pudiera pensar o imaginar… las noticia no podría haber sido transmitida a través de una mayor velocidad que con los caballos más veloces“. 


Virgenes del sol

Las acllas (en quechuaaqllasqa, ‘escogida’)? eran mujeres de singular belleza. Fueron escogidas de varios lugares del Imperio inca para servir al Inca o al Dios Sol o Inti. Su preparación se llevaba a cabo en el Acllahuasi, donde vivían las mujeres bajo la vigilancia de las Mamaconas aisladas en un servicio de alto honor.
Existían tres tipos de Acllas:
  • Aclla del Sol: Dedicaban su vida entera a la adoración del Dios Sol
  • Aclla del Estado
  • Taquiaclla
En el Imperio Inca, para proporcionar el mejor culto posible al dios sol, además de sus diversas clases de sacerdotes, los incas habían creado una importante institución de vírgenes dedicadas a su servicio, conocida como Intip Chinán, en la que ingresaban las niñas elegidas en su infancia (a los ocho años) para convertirse en acllas tras un estricto noviciado que cubría los primeros años de su estancia conventual, bajo la dirección de una superiora, mamacuna, educadora, vigilante y examinadora de las jóvenes sometidas a su tutela.
Acllahuasi era el nombre del templo de las acllas. Pero esta profesión religiosa no era sólo una llamada o una obligación para acudir forzosamente al servicio de la religión, sino que se trataba más bien de una educación selectiva y esmerada para las jóvenes de las clases superiores, puesto que, una vez llegadas a la edad núbil, entre los trece y los quince años de edad, pasaban a ser "presentadas en sociedad", para ser las potenciales prometidas de señores de la nobleza, ya que el período de servicio en el Inti Chinán como aclla era también la garantía de la calidad de su linaje y el aval de la mejor educación y, evidentemente, la mejor prueba exhibible públicamente de su incontestable virginidad.
No guardar la obligada castidad y, sobre todo, ser sorprendida con un hombre significaba, para la vestal en ejercicio, su inapelable condena a muerte, a una muerte cruelmente ejemplar, dejándola que muriera de inanición, para que no fuera la mano del ser humano la que matara a las sacerdotisas, sino el abandono.
Si se llegaba a producir un embarazo de una de las aclla, siempre que no hubiera pruebas en contra de la exigida adhesión a la norma estricta de la virginidad requerida, se consideraba que tal embarazo había sido realizado por la explícita voluntad y personal acción del dios Sol y, automáticamente, el hijo que tuviera la vestal, era considerado privilegiado hijo del dios solar y, como tal, recibía un trato de favor para el resto de sus días.

Curaca

El curaca era el jefe político y administrativo del ayllu. Después de la Conquista del Perú por parte de Francisco Pizarro pasaron a ser conocidos como caciquesCurac o curaca es una voz quechua que significa el primero o el mayor entre todos los de su agrupación.
Originariamente debió ser el más anciano y más sabio, y gobernar de manera paternalista; pero como su autoridad la heredaba aquel de sus hijos que denotaba especial capacidad, es obvio que el criterio de la edad no fue siempre seguido. Los incas, a su vez, nombraron curacas para reemplazar a los que hubiesen demostrado resistencia tenaz contra su dominación. Entre sus funciones se hallaban:
  • Reparto de topos o lotes de tierras agrícolas.
  • Protección de los pobres o huacchas.
  • Labores de mantenimiento de la red hidráulica (limpieza y reparación de canales de riego).
  • Resguardo de los linderos de la comunidad.
  • Organización de la minka o trabajo comunal.
  • Redistribución de los excedentes almacenados en pirguas o collcas.
Debido a su autoridad, tenían derecho a poseer tierras y ganado de carácter privado, y acceso a pastos de la comunidad. Disponía del trabajo de mitayos, cuyo servicio lo canalizaba en su propio beneficio. El curaca, por lo tanto, podía exigir prestaciones personales, pero no se apropiaba de bienes en especie, salvo de los mercaderes. Asimismo, vivía en una casa amplia con servidumbre de ambos sexos. Tenía varias esposas, provenientes de su mismo ayllu o de pueblos vecinos, y a veces incluso, cedidas como favor especial, por el propio Sapa Inca.
El curaca, sin embargo, no actuaba sólo, compartía su poder con un yanapaque o segunda persona, como lo conocieron los españoles. Éste generalmente era un pariente cercano, o usualmente su hermano, quien lo reemplazaba cuando se enfermaba, envejecía, estaba incapacitado físicamente o se ausentaba. El símbolo supremo de su autoridad era la tiana (quechuatiyana, 'asiento') o dúho, un asiento de madera, piedra o metal, de apenas 20 cm de altura aproximadamente, objeto del cual tomaban posesión el día de su asunción al mando.
Los pueblos originarios no tenían el concepto de poderío o imperio, como era entendido por los españoles. Para ellos la autoridad no estaba basada en el poder, sino en el ejemplo. Por eso el curaca debía ser una persona experimentada y sabia, no alguien ambicioso. Además la autoridad era compartida con su segundo.El concepto de cacique proviene del pueblo gitano y fue traspolado por los españoles. El concepto de imperio también tiene origen español.Los pueblos originarios se consideraban a sí mismos una nación, sin fronteras. Y no un imperio.

Diablo Huma

Enmascarado que acompaña a los aruchicos en las festividades relacionadas con la cosecha al norte de Quito. La palabra huma, significa en Quichua "cabeza", por lo que su nombre cabeza de diablo. La máscara del Diablo-Huma es de tela, azul oscuro o rojo y le cubre hasta la mitad del pecho. Dos agujeros corresponden a los ojos y uno a la boca. Las orejas se representan por una par de asas embutidas de trapo y de idénticamente manera una tercera representa la nariz. En la parte superior lleva tres hileras de 4 cachos o cuernos también embutidos de trapo. La máscara tiene dos caras, la posterior es similar a la anterior, decoradas con varios dibujos y adornados de hilo de color. Lleva camisa de color, pantalón bombacho o un zamarro y en una de sus manos lleva un largo "fuete" o fuste que blande mientras camina, sin dejar de emitir sucesivos silbidos. A diferencia del Aricuchico, el Diablo huma toca instrumentos de viento: churos, flautas y rondine
Diablos Huma
Previamente a su aparición en las comparsas de San Juan o San Pedro, y de idéntica manera que los Aricuchicos, se baña tres días en una cascada (paccha) para compactarse con el diablo y adquirir poder y habilidad necesaria para el combate ritual que protagonizaba en otros tiempos o, simplemente, para adquirir las energías necesarias que adquiere se extenuante baile; ritual que se realiza hasta la actualidad.
El diablo Huma, que es el guía o consejero de la comunidad y lleva una máscara de tela azul o roja que le cubre hasta la mitad del pecho; las ñustas, que son las reinas de las fiestas, y los aricuchos.



Guerrero Inca

Los soldados incas de alto rango eran elegidos mediante la celebración del "Huarachicuy", fiesta en la cual se hacían diversas pruebas de destreza física como velocidad, puntería, combates simulados, y resistencia al sueño.7
Al crecer el imperio los incas tuvieron que establecer un ejército de oficiales profesionales en reemplazo al de campesinos guerreros. Los batallones incas estaban integrados por escuadras permanentes (generales y oficiales), y otras no permanentes compuestas por hatun runas (hombres comunes) levados que cumplían con la mita militar (comparable con el servicio militar obligatorio). Una vez cumplida la mita, cada hatun runa volvía a su respectivo ayllu.
Cada batallón estaba conformado por una sola etnia, y dirigida por un curaca de la misma. Si moría, era reemplazado por otro curaca del mismo grupo. Para evitar las rebeliones, cada etnia estaba dividida en dos batallones, y sus generales competían con su compatriota para lucirse y alcanzar un mayor rango.8 Este concepto de "dualidad" existía en todo el mundo andino para representar sus dos dinastías: Hanan y Hurin.
Los escuadrones del ejército inca solían organizarse de la siguiente forma: al frente, los honderos y arqueros; tras ellos, soldados con hachas y macanas (para el choque cuerpo a cuerpo); más atrás soldados con lanzas cortas (a veces arrojadizas), y al final, las tropas con lanzas largas de hasta 6 metros.
Desde el gobierno de Túpac Yupanqui, existió una élite de soldados especializados en el cuidado del Sapa Inca durante los paseos, viajes o conquistas.11 Estos eran principalmente tropas de origen cusqueño, aunque con el tiempo también se incluyó a soldados destacados de otras etnias, como los Kollaguas que procedían de los actuales territorios de Arequipa. Esta guardia imperial llegó a tener unos 10.000 miembros que acompañaban siempre al emperador, todos ellos de origen noble.
Todo soldado inca debía tener entre 25 y 50 años. Todos los súbditos del imperio, o runas, hacían el servicio militar o trabajos para el Estado. En el caso de los nobles, éste era un honor y un deber; en caso de los plebeyos era un medio de ascensión social. Se elegía a uno de cada 50 hombres para el servicio militar (de preferencia hombres jóvenes), sobre los 25 años (esa era la edad en que según los incas se cumplía mayoría de edad). Según el concepto de dualidad también se mandaba a una de cada 50 mujeres jóvenes a servir en un Templo de las Vírgenes del Sol de por vida.
Cuando se cumplía cierto período (generalmente 6 a 7 años) el soldado quedaba relevado, pero los oficiales profesionales eran soldados permanentes y pagados. Los militares tuvieron muchos privilegios. El estado les alimentaba, les daba casa, ropa y muchos regalos de coca, joyas y esposas.
Los runas de la costa, a diferencia de los de la sierra, estaban libres de servir, posiblemente por que no podían soportar las condiciones climáticas de los Andes donde solían librase las batallas.
Los ejércitos incas se caracterizaban por ser disciplinados y bien organizados, sus tropas solían estar en silencio y sólo al momento de atacar gritaban o cantaban, acompañados de instrumentos de música con el fin de asustar al enemigo. Además el ejército marchaba acompañado por un alto número de mujeres, a veces familiares de los soldados, quienes se encargaban de cocinar, vestir, encargarse de los heridos y enterrar a los muertos (esto era algo común en la zona centro andina precolombina). Los ejércitos incas, por motivos religiosos, no luchaban de noche. Los sacerdotes viajaban con el ejército; su función era rezar, hacer sacrificios y tratar de debilitar al enemigo mediante prácticas.

Los soldados que se distinguían en la lucha demostrando su valentía recibían recompensas. Los soldados comunes eran premiados con objetos de metal, medallas o vestidos.
Una vez que la batalla había terminado, los jefes enemigos derrotados sólo eran ejecutados si rehusaban aceptar la soberanía de los incas. Algunos, particularmente los más aguerridos y rebeldes, eran sacrificados, pero en su mayoría, los pueblos conquistados pasaban a formar parte del imperio.

Los pueblos conquistados debían hablar la lengua de los incas, adorar a sus dioses y, en suma, vivir como ellos. Los funcionarios incas hacían un cuidadoso estudio de toda la zona conquistada. 


Doncella de la cosecha

Anteriormente las doncellas de la cosecha o también conocidas como tsàchilas de santo domingo de los colorados tenían de vestimenta los siguientes trajes:

La mujer, la vestimenta es sencilla y acorde a sus necesidades cotidianas, utilizan una falda de líneas más finas que la de los hombres. No usan faja para ceñir la cintura; a la espalda y anudada al cuello llevan una ligera tela de colores.

Sus principales adornos son: la bitadé o manilla, que acostumbra lucir dos en cada brazo y que se fabrican con abalorios multicolores. Una de ellas va en la muñeca y la otra en la parte superior del antebrazo. En la primera manilla prefieren los colores blanco y azul (fibacán y lo´sinba); y en la otra el verde (lo ´ sinban).

El bípode o collar es el adorno más complicado y que distingue a las mujeres tsáchilas. Lo llevan en cinco o seis cuentas que suelen llegarles hasta el abdomen. Generalmente este collar está formado por pepas de San Pedro, churos grandes y pequeños, huesecillos de aves o animales de monte y semillas.
Pero actualmente esta vestimenta se ha modernizado quedando como resultado:
La mujer, su vestimenta sigue siendo sencilla, utilizan una falda a rayas de varios colores, una blusa descotada y alpargatas color blanco. Su cabello está decorado con una diadema que en ella cuelgan tiras de varios colores según el color de traje y van siempre acompañadas de una vasija la cual está decorada con las mismas tiras de la diadema, esta vasija representan su nombre principal doncellas de la cosecha, pues en aquel tiempo ellas eran las que cosechaban para que sus frutos sirvieran para alimentar a toda su familia.


Collas


En el desfile de La tribuna del sur y en el del Bicentenario Salí de virgen de colla representando a mi Colegio.
                                      ¿Qué es virgen de colla?
El término colla puede referirse a:
El reino colla fue uno de los reinos aimaras que ocupó parte de la meseta del Collado luego del ocaso del estado tahuanacota que tuvo como capital a Ha tun Colla, es decir "Colla, la Grande", ubicada a treinta km al norte de Mana y que a mediados del siglo XV poseía un extenso territorio, momento en el cual el noveno inca, , lo conquistó junto a las demás entidades políticas de la región.
En el imperio incaico se llamó Colla suyo o rumbo colla a una región más extensa que el reino colla original, ubicado en torno a la orilla norte del lago Titicaca, pues los reinos aimaras, con fuertes lazos culturales entre ellos, fueron llamados por los incas con el nombre genérico de collas ya que éste era para ellos el más significativo de todos ellos.
EL TERMINO COLLA PUEDE DEFINIRSE:
El término colla puede referirse a:
·         El reino colla, uno de los reinos aimaras posteriores a Tiahuanaco y anteriores a la conquista inca.
·         Los kollas o collas, descendientes "mestizados" del noroeste de Argentina y del Norte Chico de Chile.
·         Los collas, habitantes de la región andina de Bolivia.
·         La Ademita balsámica, flor nativa de Pangue.
·         Colla castellana, agrupación que realiza Castells o torres humanas en Cataluña.
·         Collas, agrupaciones dedicadas a difundir la dulzaina y el tamboril, principalmente en la música tradicional valenciana.